Terrorismo
Es un tipo de violencia ilegal que se utiliza contra personas, grupos u organizaciones para provocar miedo y terror, condicionar decisiones y alcanzar determinados objetivos, normalmente de carácter político. Viola los derechos humanos de las personas, desarrolla una cultura del odio y ataca el funcionamiento democrático de las sociedades.
¿Cómo ataca el terrorismo los Derechos Humanos?
El filósofo Immanuel Kant afirmó que las personas son un fin en sí mismas, no un medio para el uso de otros individuos, lo que las convertiría en cosas simples. Sin embargo, en el terrorismo las personas dejan de ser sujetos para convertirse en objetos. Quita la dignidad y los derechos que todo ser humano debería tener, para convertirse en un medio de la organización terrorista, para lograr sus objetivos.
Lamentablemente, esta violación de los derechos humanos ocurre en gran parte del mundo, incluso muy cerca de ustedes. Hay un dato alarmante: sólo en España, casi 1.500 personas han perdido la vida desde 1960 a consecuencia de actos terroristas. El terrorismo tiene un impacto directo y negativo en el ejercicio de los derechos humanos; especialmente en el derecho a la vida, la libertad o la integridad física, pero, además, desestabiliza las instituciones democráticas, las relaciones entre países y el desarrollo social y económico. Es un problema de todos, actual y grave.
Los protagonistas
Para abordar las violaciones de derechos humanos siempre es necesario tener en cuenta la situación de las personas que han sufrido violencia voluntaria, consciente e injusta por parte de otros. Si hiciéramos una narrativa de la violencia terrorista sin darle protagonismo a sus víctimas, al final solo estaríamos haciendo una narrativa de los violentos, las víctimas. El terrorismo casi siempre persigue objetivos políticos, y frente a ellos es necesario trabajar de manera imparcial, pero no neutral, si la acción es contraria a los derechos humanos. Como dice el filósofo Daniel Innerarity, "no se trata de llegar a un acuerdo entre agresores y atacados, de encontrarse en una especie de centro entre violencia y democracia". Por tanto, hay que trabajar sin ser un espectador pasivo, desalmado o frío. No hay neutralidad en los derechos humanos. Nunca hay un término medio entre víctimas y verdugos. ETA ha sido la banda terrorista que más daños ha causado en España, pero el acto que más víctimas causó fue el atentado yihadista del 11 de marzo de 2004.