Alfonso Sánchez-Tabernero es el actual rector de la Universidad de Navarra. También fue profesor y vicedecano de la Facultad de Comunicación de la Universidad del País Vasco y decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. En el año 2007 obtuvo la habilitación de Catedrático y ha sido Presidente de la European Media Management Education Association entre 1998 y 2004. Sánchez-Tabernero nos recibió en su despacho de la Universidad de Navarra y nos concedió una entrevista para hablar sobre este centro educativo.
¿Qué nos puede decir sobre este año 2019 para la Universidad de Navarra?
La Universidad de Navarra siempre es una universidad con proyectos. Yo llegué aquí a estudiar hace casi 40 años y llegué a un sitio que estaba lleno de proyectos; también ahora los tenemos. Un proyecto es concluir los proyectos que están muy en marcha. Hicimos una clínica en Madrid y hay que terminar de llenarla de pacientes. El proyecto es llenarla y está muy avanzado. Inauguramos hace unos meses una sede para másteres en Madrid y tenemos que llenarla, y pensamos que el año que viene vamos a duplicar el número de alumnos en máster en Madrid. Hemos iniciado una pequeña actividad en Bilbao, básicamente la Escuela de Arquitectura, y se trata de que coja vuelo y fuerza y vaya cuajando en esa plaza que es nueva para nosotros. Aquí tenemos en cartera la construcción de un edificio en cuanto podamos y tengamos recursos, que será un edificio docente del área de ciencias, y también un nuevo museo de ciencias naturales; las dos funciones en el mismo edificio. O sea que siempre estamos llenos de proyectos, pero yo siempre digo que todo eso no debe desviarnos de lo fundamental, que es conseguir que la Universidad de Navarra sea uno de los mejores lugares del mundo para estudiar, uno de los mejores lugares para producir ciencia al servicio de los ciudadanos y uno de los mejores lugares del mundo para recibir asistencia sanitaria.
Según el último Ranking QS, la Universidad de Navarra está entre las 100 mejores del mundo en algunas áreas como Comunicación, Administración, Contabilidad, Filosofía… ¿Cómo reciben este tipo de noticias?
Son un refrendo a que estamos haciendo las cosas bien. Nosotros tenemos una fuerte cultura de la medición y vemos satisfacción de los alumnos, producción de ciencia, internacionalización, impacto en medios… porque al final lo que no mides no lo gobiernas y los indicadores siempre son alicientes para mejorar. Nos interesa mucho la medición externa, la que no hacemos nosotros, y cuando alguien de fuera te dice que estás avanzando y vas por el buen camino, eso es un refrendo y un motivo de alegría.
¿Su objetivo es mejorar en estas áreas?
Sí. Nosotros en lo que salimos mejor en estos rankings internacionales es en empleabilidad y calidad docente. Es lo que dicen los rankings y yo creo que con razón. Es lógico que sea así. Estamos saliendo entre los 50-60 mejores del mundo en empleabilidad en dos rankings, el Times High Education y el QS, y en docencia este verano pasado salimos la octava de Europa según el Times High Education.
En investigación estamos avanzando pero más despacio, porque en investigación tenemos una desventaja competitiva, que es tamaño, volumen, fondos… Yo siempre digo que Harvard tiene un patrimonio invertido de 30.000 millones de dólares, que generan unos recursos anuales y más o menos el 5% de ese dinero, que se destina a investigación y becas. Nosotros tenemos más o menos la centésima parte de ese volumen. No vamos a ganarles pero sí es verdad que tenemos un proyecto para ir incrementando nuestros fondos para investigación, apuntando bien, haciendo grupos sólidos… y estamos mejorando en investigación, pero vamos más despacio que en docencia y empleabilidad porque tú puedes ser muy bueno en docencia aunque tu tamaño sea mediano. Nosotros somos una universidad de tamaño mediano. 12.000 alumnos es tamaño mediano. Los grandes tienen 100.000 y los pequeños 2.000; somos medianos. ¿Puede ser una universidad de tamaño mediano muy buena en docencia? Sí. ¿Muy buena en empleabilidad? Sí. Pero para que también seamos muy buenos en investigación, tendremos que ir buscando fondos para construir nuevos centros de investigación para ampliar la base de investigadores.
¿Qué importancia le dan a la movilidad estudiantil?
Nosotros lo que pensamos es que nuestro objetivo docente es preparar gente para trabajar en el mundo. La universidad local y localista enseña a la gente de una zona para trabajar en esa zona, que es un modelo respetable. No es el nuestro. Nosotros tenemos un 30% de alumnos internacionales, que es una cifra altísima en nuestro país y en general, un tercio que procede de nuestra comunidad, de Navarra, y un tercio de otros lugares de España.
Lo que nos interesa es que el aula ya sea internacional, que el estudiante de Pamplona esté con otros de Madrid y de Sevilla, de Buenos Aires y de París, Taiwán… El mundo es diverso, variado, hay diversas identidades culturales, lingüísticas, distintas perspectivas históricas y sociales, y eso genera riqueza cultural. Por tanto, a nosotros nos interesa que la universidad tenga un alumnado muy internacional. Luego también nos interesa que alumnos de otras universidades vengan aquí de intercambio, nos interesa que alumnos de nuestra universidad vayan a otras universidades de intercambio… De hecho, todo el mundo dice que uno de los mejores proyectos europeos más netamente exitosos es el programa Erasmus. Hay muchas cosas que son polémicas, o dudosas, o fracasos, o que les gustan a unos y a otros no… El programa Erasmus es uno de los programas más exitosos y nosotros lógicamente participamos encantados y por eso junto a ese 30%, si se añade la cifra de la gente que viene y luego que los que estudian aquí, muchos de ellos un cuatrimestre o dos cuatrimestres, están en otros lugares, al final la experiencia docente es muy internacional y eso es excelente.
¿Qué cree que aporta a un estudiante participar en programas como Erasmus+?
Abre la mente, fortalece la capacidad de entenderse con los demás… Hay una frase que a mí me parece muy negativa que es “pero este no es de aquí”. Es ver con recelo al que no es como tú, al que no ha tenido el mismo imaginario cultural, la misma experiencia… precisamente la variedad aporta riqueza y capacidad de entendimiento, y luego vivimos en un mundo donde, por lo menos en esta universidad, en su proyecto educativo, está muy enraizada la idea de que la cooperación es mucho más inteligente que la confrontación, y para eso hay que aprender a entender como muy interesante que otro no piense como tú y que no tenga las mismas claves culturales. Por tanto, me parece importantísimo.
¿En qué se diferencia la Universidad de Navarra de otras universidades?
Primero, en su ideario. Nosotros somos una universidad basada en las grandes propuestas del pensamiento cristiano y esto nos da una identidad. Nosotros no somos unos cínicos o unos escépticos a los que les da igual qué hace un alumno o una alumna cuando se gradúa. Nosotros proponemos unos principios que tienen que ver con veracidad, honradez, solidaridad, cooperación, paz… y los alumnos y alumnas si libremente lo desean, los asumen. Pero nosotros los proponemos con el afán de tener éxito, con el afán de que efectivamente los asuman, y creo que eso hace también que cuando antiguos alumnos de la Universidad de Navarra se encuentran, se sienten unidos por un vínculo bastante fuerte, que es una experiencia universitaria muy poderosa, también influida porque muchos de estos alumnos no han estudiado, sino que han vivido en la universidad. Se han desplazado de sus hogares y han hecho nuevos amigos que son amigos de por vida. Por tanto, nosotros somos una universidad de inspiración cristiana, muy internacional, y por tanto muy de experiencia completa de docencia y experiencia vital.
Luego somos una universidad muy investigadora, muy unida a la investigación, y decimos que nuestros profesores tienen que estar en la frontera de la ciencia en su ámbito concreto y eso tiene que notarse en la docencia. Somos una universidad donde el proyecto docente no se basa solo en la clase magistral, sino que tenemos un sistema un poco más complejo, un sistema híbrido, en el que es fundamental la clase, pero también el asesoramiento académico, el trabajo en el laboratorio, que nos parece más rico y variado. Por tanto, tenemos varias señas de identidad.
¿Qué cualidades han de tener los alumnos y alumnas de la Universidad de Navarra?
La cualidad principal es tener ganas de estudiar. Nosotros en primer curso de nuestros grados matriculamos a 2.200 alumnos que tienen una nota media de 8,11. Nosotros buscamos dos cosas: una, excelencia académica; nosotros queremos buenos alumnos, alumnos que realmente quieran estudiar. El mejor indicador de que un alumno vaya a querer estudiar es que en el pasado haya estudiado. Es verdad que un alumno perezoso pueda llegar a la universidad y sea diligente, y que un alumno diligente pueda llegar a la universidad y sea muy perezoso, pero como tenemos que utilizar algún indicador, para nosotros el mejor indicador de que el alumno o la alumna va a trabajar en serio es que en el pasado lo haya hecho. Lo segundo que buscamos es variedad, de perfiles, de intereses, de culturas, de lenguas, variedad étnica… porque la variedad aporta riqueza. Matriculamos 2.200 alumnos en el grado; luego unos 2.000 alumnos en posgrados o másteres, 2.000 alumnos en doctorado… y estos principios se aplican también lógicamente al máster y al doctorado.
¿Tienen algún programa de becas para ayudar a quienes no puedan costearse sus estudios?
Esto es clave para nosotros. A la educación le pasa lo mismo que a la sanidad, y es que la calidad es cara. Si tú quieres el mejor tratamiento para un paciente oncológico o para alguien que quiera hacerse una operación de cadera -y hablo de esto porque el mundo sanitario forma parte también de la Universidad por la clínica-, eso es caro. Es la mejor tecnología, los mejores aparatos, médicos dedicados en parte a la investigación… Lo mismo pasa con la docencia. Buenas instalaciones, buenos profesores que dedican también tiempo a investigar, a asesorar a los alumnos… lo cual implica un crecimiento de la plantilla docente, y el riesgo es que la sanidad y la educación de calidad sean solo accesibles para los ricos.
En la sanidad hay una vía de que no sea así, que son la cobertura de la seguridad social, que por ejemplo a nosotros nos deriva muchos pacientes, o los seguros médicos, de donde proceden también muchos pacientes.
En el ámbito educativo se consigue que la universidad no sea para ricos solo con una potente política de becas. Nosotros tenemos dos tipos de becas: la beca pública, del Gobierno Español, del Gobierno de Navarra, del Gobierno Vasco, del gobierno de la comunidad autónoma o del país de origen del alumno… en este sentido yo siempre digo que los gobiernos más inteligentes y más igualitarios son los que dedican mayor porcentaje de su presupuesto a becas.
Pero esto siempre es insuficiente. Nosotros también tenemos nuestra política propia de becas, que está básicamente encomendada a nuestros graduados, con un programa de becas que se llama Becas Alumni, que tiene un mensaje fácil de entender que es “tú que estudiaste en la Universidad de Navarra y luego te ha ido bien, dedica parte de tu salario o de tu patrimonio a ayudar a que otros tengan esa misma experiencia”.
Nosotros tenemos ya en este momento casi un tercio de nuestros alumnos con una beca pública o privada (nuestra), beca o descuento muy relevante en el precio de la matrícula para los alumnos. Pero todavía queda camino por hacer. Todavía queda gente con capacidad y ganas de estudiar y pocos recursos a los que no podemos ayudar; con lo cual, eso también es un proyecto pendiente. Hemos avanzado pero no estamos contentos con lo que hemos conseguido y tenemos que avanzar más.
¿Tienen pensado abrir una facultad en Zorrozaurre, Bilbao?
Vamos a impartir algunos estudios de la Escuela de Arquitectura en Zorrozaurre. Vamos a empezar, como siempre hacemos, con un proyecto pequeño. Nosotros somos partidarios de dar un paso, y luego otro y luego otro, y no cinco a la vez, y así se lo hemos indicado a las instituciones de Bilbao con quienes hemos mantenido unas reuniones muy provechosas y con una gran sintonía. Y tenemos ilusión de hacer cosas en Bilbao, que es una ciudad extraordinaria e interesantísima, para muchas cosas pero también para lo que queremos hacer allí o por lo menos para lo que hemos previsto que sea nuestra primera actividad allí, que tiene que ver con arquitectura, diseño y moda. En estos tres ámbitos creo que la Universidad tiene una gran fortaleza y Bilbao tiene un gran interés, y por tanto creo que podemos hacer cosas que aporten a Bilbao algo que hoy no existe y que puede ser bueno para Bilbao y como desarrollo de la Universidad de Navarra.
¿Tienen intención de llevar a cabo proyectos similares en otros lugares?
Nosotros tenemos como 10 veces más proyectos que dinero, y no solamente dinero, sino que también personas. En la Universidad de Navarra trabajan 5.600 personas y todas tienen la idea de qué se puede hacer. Pero tenemos que ser prudentes y la Universidad nació en el año 1952 y no hemos dejado de hacer cosas y ahora tenemos una presencia institucional con sede en Nueva York, en Munich y en San Pablo y queremos que esas sedes sean embajadas de la Universidad en países interesantes por diversos motivos, y nos gustaría tener una presencia institucional en Asia que todavía no tenemos. Claro que nos gustaría hacer cosas, pero tenemos que ir dando un paso detrás de otro. Necesitamos los recursos y las personas, los recursos para hacer algo y las personas para que se pongan al frente de ese proyecto de acuerdo con el modo de hacer y el espíritu de la Universidad de Navarra.
De cara al curso que viene, ¿puede avanzarnos si va a haber nuevos grados, másteres…?
No va a haber nuevos grados, pero sí va a haber nuevos másteres en nuestra sede de Madrid. Va a haber un nuevo máster en Big Data Science, un nuevo máster universitario en Gestión de Empresas Pharma-Biotech, y un nuevo máster universitario en Ingeniería Industrial.
Estos años hemos empezado bastantes grados y postgrados, y nosotros tenemos más el espíritu del maratón que el del sprinter. Creo que es interesante dar pasos con pausa, mejor hacer pocas cosas nuevas muy bien hechas que muchas no del todo bien hechas.
También empieza un programa nuevo en Madrid que lo imparte el IESE, la Escuela de Dirección de Empresas de la Universidad, que es el Máster en Management. IESE hasta ahora solo impartía un programa oficial, que era el MBA, Full Time o Executive, pero el clásico MBA desde hace casi más de 50 años, que es un programa que requiere unos años previos de experiencia en gestión. Y ahora el IESE baja un poco la edad porque pone en marcha un programa que no requiere experiencia previa.
¿Podría darnos algunos datos de empleabilidad de la Universidad de Navarra?
Sí. Como he dicho antes, según el Ranking QS somos la primera de España y entre las 60 primeras del mundo en empleabilidad, aunque según Times High Education estamos entre las 50 mejores del mundo, valiendo la pena decir que en el mundo hay 25.000 universidades.
El último dato que tenemos es que el 92,5% de nuestros alumnos, a los 6 meses de acabar la carrera, están trabajando excepto los que están haciendo un máster completando su formación. Es una cifra difícil de superar porque en estos procesos iniciales siempre hay gente que trabaja 6 meses, luego su trabajo no es renovado y tiene que buscarse otro, entonces siempre hay un ‘impasse’… Por tanto, 92,5% es un dato de empleo bueno y creo que obedece a la calidad de la formación que impartimos.
Ahora nuestro esfuerzo no está tanto en incrementar ese porcentaje, que es difícil, sino conseguir que los alumnos tengan más opciones para que puedan aterrizar donde quieran y por tanto puedan elegir su primera empresa.
¿Cómo atraería a la juventud a estudiar en la Universidad de Navarra?
Más que atraerle le diría que vaya a varios sitios y elija el que le guste, y que lo interesante no es lo que dice la web o lo que me dice un amigo o lo que leí en el periódico. Yo creo que vale la pena ir a ver el sitio, porque el sitio te da una información del ambiente, la cultura, cómo son los profesores, cómo son los estudiantes, qué ambiente cultural y universitario hay… Creo que eso sería lo interesante. Y digo esto también con un poco de trampa porque este es un campus muy atractivo y nosotros lo que vemos es que la gente que viene a conocer el campus, a muchos de ellos les cautiva y deciden estudiar aquí. Es un lugar multicultural, internacional, dinámico, creativo, con una gran potencia cultural y artística en su museo de arte, con laboratorios… Por lo tanto, en el fondo mi mensaje es “ven aquí y vete también a otros lugares, y luego elige lo que te guste”.