Otras noticias

La juventud navarra habla (II)

Salud

Casi el 80% de la muestra considera que su salud es buena, tanto física como mental. En materia de bienestar emocional, 9 de cada 10 manifiesta estar de buen humor o sentirse alegre la mitad o más del tiempo. No obstante, un 16% ha recurrido a especialistas en psicología o psiquiatría por necesidades relacionadas con su salud mental.

En lo referente a la salud física y hábitos de salud, más de la mitad (52,1%) afirma realizar ejercicio físico varias veces por semana, mientras que un cuarto reconoce llevar una vida sedentaria. Por otro lado, un 25 % admite haber consumido alcohol hasta emborracharse en el último mes (24,8 %), y un 18,6 % dice haberlo hecho en la última semana.

Un 17% dice fumar diariamente, lo que supone una bajada en contraposición a los datos de la Encuesta de la Población Joven Navarra anterior (33,1%). Finalmente, más de la mitad apunta que consume fruta y verdura al menos cinco días a la semana, y este porcentaje crece en los casos de personas residentes en zonas rurales y entre las mujeres.

Igualdad entre hombres y mujeres

Un 49,1% de quienes han participado en la encuesta percibe que las desigualdades entre hombres y mujeres son pequeñas. Sin embargo, mientras un 42,1% de las mujeres sostiene que las desigualdades son grandes o muy grandes, únicamente un 25,4% de los hombres coincide con esa valoración. Por lo tanto, para la mayoría de hombres jóvenes navarros de la muestra las desigualdades de género son una cuestión más leve.

Sobre la conciliación y la corresponsabilidad, los datos indican una aprobación generalizada (96,9%) respecto de la idea de compartir equilibradamente los trabajos del hogar, así como la crianza de hijas e hijos. En cambio, un 38,1% cree que, cuando la mujer tiene un trabajo a jornada completa, la vida familiar se resiente. Es decir, perdura la brecha entre este reconocimiento formal sobre la corresponsabilidad y la conciliación real y efectiva de la vida familiar y profesional, cuyo peso sigue recayendo fundamentalmente en las mujeres.

En esta línea, hay una coincidencia del 82,9% frente a la idea de sancionar a las empresas que discriminan en salarios o en promoción a las mujeres con hijas e hijos pero, simultáneamente, creen que el uso del lenguaje inclusivo no se considera prioritario dentro del colectivo. De modo que los resultados reflejan que, a pesar de que pueda haber una sensibilidad general respecto a las desigualdades de género, cuando se pregunta por cuestiones más concretas, se evidencian datos contradictorios.