Mientras estuvo en Lesbos, la delegación vasca, encabezada por la ministra de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, y el director de Migraciones y Asilo, Xabier Legarreta, pudo comprobar de primera mano las condiciones de las personas refugiadas y migrantes en la isla. Este testimonio directo ha reforzado la determinación del Gobierno Vasco de apoyar soluciones más efectivas y humanitarias a esta crisis.
“Hemos visitado a las autoridades locales, y en cada una de ellas hemos defendido la necesidad de crear corredores humanitarios y garantizar un paso seguro, cumpliendo con el compromiso adquirido en el Pacto Social Vasco para las Migraciones”, afirmó la ministra Melgosa.
La delegación vasca tiene una fuerte convicción: el modelo vasco de acogida es un modelo a seguir, basado en la solidaridad y la empatía. Está demostrado que el enfoque de corredores humanitarios seguros, la humanización de las políticas migratorias y la atención individualizada a las personas que buscan protección son eficaces para integrar a estas personas a la sociedad de acogida.
La ministra Nerea Melgosa ha manifestado que "como ha podido comprobar el Gobierno Vasco en los últimos días, pedimos una vez más que se respeten los derechos humanos de todas las personas y se cumplan todos los acuerdos internacionales suscritos en esta materia".
Por otro lado, la ONG Zaporea seguirá trabajando en la isla, elaborando más de 2.000 raciones diarias para los refugiados del campo de Kara Tepe II y otras organizaciones sociales de la zona.
"Después de pasar tres días en la calle con Zaporeak, podemos decir que estamos muy orgullosos de su profesionalidad, de su reconocimiento, y confirmamos que su misión en Lesbos es necesaria", afirmó el ministro.
Durante este viaje, el Gobierno Vasco se esfuerza por trabajar en estrecha colaboración con las autoridades griegas y otras instituciones europeas para promover soluciones a largo plazo para abordar de forma más eficaz la crisis migratoria y respetar los derechos fundamentales de los desplazados.
¿Por qué Lesbos?
La isla griega de Lesbos, por su proximidad con Turquía, es una de las principales puertas migratorias hacia Europa desde 2014 con la guerra en Siria y la creación del Estado Islámico. En ese momento, más de 19.000 solicitantes de asilo vivían en el superpoblado e insalubre campo de Moria. El campo se incendió y las autoridades griegas establecieron otro campo, esta vez en un recinto más grande y mucho más controlado. Turquía es el país por el que pasan estos inmigrantes. Según el acuerdo firmado por la Unión Europea y Turquía en 2016, todas las personas que lleguen irregularmente a las islas del Egeo serían devueltas a Turquía.
En los últimos años, la llegada de millones de inmigrantes a los países del sur de Europa se ha concentrado en Grecia, principalmente por su proximidad a Turquía. El campo de refugiados más saturado de Grecia se encuentra en la isla de Lesbos, debido a su proximidad con Turquía. Este último país pertenece a la ruta migratoria de personas que huyen de la guerra en Siria y otras regiones de Medio Oriente.
El número de personas que viven en campos de refugiados en Grecia alcanza una cifra excesiva: según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en 2019 llegaron al país helénico más de 74.000 personas, lo que supone casi el doble que España. que tiene el segundo mayor número de refugiados.
Tras una odisea de muchos kilómetros a través del mar, miles de refugiados llegan a la isla griega de Lesbos, que se ha convertido en el campo de refugiados más saturado de la región, el más cercano a la no tan lejana costa turca, a sólo 24 kilómetros de distancia. En Grecia el problema es grave, hay huérfanos, familias destrozadas, falta de agua, alimentos, medicinas y la posibilidad de imaginar un futuro digno es escasa.