La viceconsejera de Educación Begoña Pedrosa y la directora de Diversidad e Inclusión Educativa Lucía Torrealday han presentado las principales conclusiones de esta primera implantación de la estrategia para la identificación, detección y respuesta educativa al alumnado con altas capacidades intelectuales. La iniciativa responde al uno de los principales objetivos del Plan de atención educativa al alumnado con altas capacidades intelectuales que apunta a la necesidad de sistematizar en el centro la intervención con este alumnado para promover su éxito educativo.
Las chicas y los chicos con altas capacidades intelectuales presentan necesidades educativas específicas que requieren de una detección temprana y una respuesta educativa adecuada a sus características y potencialidades.
Su detección es necesaria para conocer los recursos intelectuales de que dispone; aptitudes, rendimiento, estilo de aprendizaje, intereses, visión de futuro, características personales y emocionales… De esta manera, se podrá ofrecer una respuesta lo más adecuada y de manera temprana. En definitiva, se trata de proporcionar el máximo acceso al aprendizaje y favorecer el desarrollo emocional del alumnado y desarrollar su potencial y sus competencias.
Un perfil diverso
Las personas con altas capacidades intelectuales provienen de familias, ambientes sociales y culturales diversos y manifiestan diferencias individuales en lo que respecta a los logros académicos, desarrollo social, emocional, cognitivo. Existe el riesgo de que un porcentaje importante de este alumnado, no solo viva de manera negativa su vida escolar, sino que incluso fracase en el propio sistema.
Como tal, el perfil de este alumnado no responde a una única tipología de alumnado y ello obliga a superar determinados mitos o errores instalados en la comunidad educativa (este alumnado no necesita ayuda, es fácil detectarlo o triunfa académicamente y en todas las áreas). Además, es muy importante considerar que determinados estereotipos culturales, roles de género y otras variables, dificultan la detección de niñas con altas capacidades ya que tienden a no mostrar sus potencialidades, y a conformarse ocultando su alta capacidad.
Atendiendo a las realidades de los centros educativos, que también son diversas, se ha establecido un procedimiento que facilita y sistematiza la identificación de personas con altas capacidades y se han impartido formaciones entre el profesorado tutor, profesorado consultor y orientadores de centros públicos y concertados de diferentes etapas educativas.