Violencia contra las mujeres
Las personas jóvenes de Navarra muestran un consenso relativo a la noción de violencia muy grave hacia las mujeres, en la que se encuentran incluidos actos como no dejar decidir cosas, amenazar, prohibir salir de casa, obligar a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad, hacer desprecios y controlar sus actividades y relaciones con otras personas. Relacionado con esto, los colectivos que muestran una mayor concienciación sobre las manifestaciones de violencia contra las mujeres son la población emancipada, con más edad, empleada y con estudios superiores.
Por otro lado, un 25% de las mujeres afirma haber sufrido alguna vez algún tipo de violencia (aislamiento de sus amistades, control, vejaciones y humillaciones o ha tenido miedo) por parte de su pareja, expareja o pretendiente. Respecto de las ciberviolencias, la juventud identifica que se trata de una problemática social que se ha convertido en algo más extendido. Prácticamente un tercio de las encuestadas han recibido solicitudes de fotografías de carácter sexual por Internet o se las han mostrado sin haberlas solicitado, y al 15,4% le han pedido realizar sexo online.
Integración social
La mayor parte de la población joven señala que dispone de una red de apoyo personal que le sostiene y a la que puede acudir con la frecuencia que deseen. Sin embargo, también exponen que resulta insuficiente la protección que los organismos públicos proveen a algunos colectivos (personas mayores que viven solas, pensionistas, jóvenes, personas paradas, personas migradas). Especialmente las y los jóvenes consideran que reciben poca protección (51,2 %) o ninguna (4,3 %).
La mayoría no expresa rechazo ante la población migrante, pero para dos de cada diez su presencia resulta excesiva. El grueso de jóvenes de Navarra es partidario de acoger a las personas solicitantes de asilo perseguidas por motivos políticos, religiosos, raciales etc., aunque un tercio exigiría que estas circunstancias fueran probadas.
Expectativas de futuro
La juventud en su mayor parte está satisfecha con su situación personal, con una valoración de 7,8 % sobre diez. Es general el optimismo ante sus expectativas de futuro, dado que el 80,3 % prevé que su situación progresará adecuadamente. Esto último está ligado a que casi tres cuartas partes percibe que su situación ha mejorado notablemente en los últimos cinco años.