Anualmente, el Ministerio de Universidades concede los Premios Nacionales de Fin de Carrera de Educación Universitaria a quienes hayan realizado con éxito estudios universitarios.
En esta última edición, correspondiente a los graduados en el curso 2016-2017, hay cuatro titulados de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea entre los 171 premiados.
Andrea Cuesta Cano (Grado en Geología) y Janire Otamendi Jauregi (Grado en Ingeniería en Electrónica Industrial y Automática) han obtenido dos de los segundos premios de las ramas de Ciencias e Ingeniería y Arquitectura respectivamente. Maider Azurmendi Arotzena (Grado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales) ha recibido el 3º premio, en la rama de Artes y Humanidades, y Maddi Dorronsoro Olamusu otro (Grado en Antropología Social), en la rama de Ciencias Sociales y Jurídicas.
Los cuatro premiados recuerdan bien los estudios realizados en la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea y establecieron lazos de amistad que aún mantienen. En su día, animados por la propia Universidad, se presentaron a la convocatoria de Premios Nacionales de Fin de Carrera, pero no se esperaba que lo lograran. Por lo tanto, el premio fue una gran satisfacción y un reconocimiento especial a todo el esfuerzo realizado.
- Andrea Cuesta Cano (2º premio. Grado en Geología). Tras finalizar el Grado en Geología de la UPV/EHU se trasladó a la Universidad de Utrecht (Países Bajos) para realizar el Máster Earth Structure and Dynamics, mientras realizó prácticas en la empresa Total, S.A., en su centro de investigación situado en Pau (Francia), obteniendo una beca Br{Minds), ofrecida por la propia universidad a tiempo parcial de geoquímica. El MR fue fabricado en un laboratorio de alta presión y temperatura de Utrecht. Tras la graduación, Cum Laude, dedicó un año a desarrollar una app para ayudar a sus alumnos en el trabajo de campo. “Estuve traduciendo mapas, preparando material didáctico y organizando rutas para que los alumnos y alumnas pudieran tener autonomía en su trabajo (el proyecto se llama Utrecht Companion to the Earth y hay varios vídeos en YouTube)”, explica. El año pasado Andrea inició el doctorado en la Universidad Técnica de Delft (TU Delft). El objetivo de su proyecto es “reducir la incertidumbre en la interpretación de los datos sísmicos, principal fuente de información sobre la organización de las capas subterráneas”. Desde hace un año es directivo de una asociación sin ánimo de lucro llamada GAIA. Trabajan por la igualdad de género en el sector de las geociencias. Respecto al premio recibido, dice que no tenía ni idea de los premios: “La propia universidad me informó de que cumplía los requisitos. Al principio me presenté sin muchas esperanzas, así que cuando me informaron de que había conseguido un segundo premio, fue terrible. Al final sentí que me reconocían el esfuerzo realizado durante los cuatro años del grado”. Dice que su tiempo en la UPV/EHU fue “memorable”. “Todavía tengo relación con algunas de las personas que conocí y se han convertido en parte de mi vida”, añade. En cuanto al profesorado: “Eran muy buenas, tenían reconocimiento internacional y fue un placer poder compartir esas horas lectivas con ellos y conseguir un alto nivel de conocimiento”. Sin duda, “lo que estudié en la universidad es que como alumno, tú tienes que preocuparte por el uso de las herramientas que están a tu disposición y que, si las usas adecuadamente, puedes ser una de las mejores de tu disciplina”.
- Janire Otamendi Jauregi (2º premio. Grado en Ingeniería en Electrónica Industrial y Automática). Este no es el primer reconocimiento que obtiene este graduado en Ingeniería Electrónica Industrial y Automática. Se graduó de forma excelente, ya que el mejor expediente académico de la promoción era el suyo, por lo que recibió uno de los Premios Fin de Carrera de Kutxa. Su GRAL obtuvo el segundo premio del XVI Colegio de Ingenieros de Gipuzkoa. Félix Sopelana en el Memorial. Tras graduarse, Janire cursó el Máster en Ingeniería en Control, Automatización y Robótica por la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea y obtuvo el mejor expediente académico de promoción. A punto de finalizar el máster se incorpora a la empresa Indar Electric S.L. “Estuve un año allí y fue una experiencia muy interesante, aprendí mucho”, explica. Pero, con una beca concedida por el Ministerio de Universidades, se le brindó la oportunidad de iniciar una tesis doctoral, “y decidí aprovecharla”. El doctorado se está realizando en el Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universidad del País Vasco. Janire tampoco esperaba el premio: “En un principio no sabía que lo había. La Universidad nos envió un correo electrónico para informarnos y animarnos a presentarnos, y así lo hice. Yo creo que es un reconocimiento al esfuerzo realizado en los cuatro años de carrera y lo valoro positivamente. He conocido a gente muy interesante y he podido aprender mucho de unos muy buenos profesores, me gustaría destacar mis trabajos de Fin de Grado y Trabajo Fin de Máster. Sin embargo, y hablando de una manera más general, me gustaría decir que después de varios años de estudios, tanto en el mundo de la empresa como en la investigación, las condiciones laborales de la carrera no son muy buenas, y eso es bastante frustrante”.
- 3º Premio Maider Azurmendi Arotzena. Grado en Patrimonio Cultural (Conservación y Restauración). Antes de finalizar el Grado en Conservación y Restauración de los Bienes Culturales, se inició la restauración del retablo mayor de la iglesia de Santa Catalina de Lizartza con la empresa Óvalo Restauración. Los trabajos duraron 5 meses. “Me gusta restaurar, pero siempre me ha atraído la creación artística, así que al finalizar el contrato de trabajo me matriculé en el Máster de Cerámica: Arte y Función. Durante estos años he expuesto en Bilbao, Zarautz, Barakaldo, Zumaia y Bergara. La última, el resultado de la Beca de Creación del Ayuntamiento de Azpeitia, podrá verse la semana que viene, del 21 al 25 de marzo, en el Centro de Creación Dinamoa de la localidad”. Mientras, continúa con su tesis dentro del programa de doctorado en Investigación en Arte Contemporáneo.“Recibir un premio de estas características es una satisfacción, sobre todo porque refleja el esfuerzo realizado durante el grado. Sin embargo, las dificultades que existen a nivel profesional en el mundo del arte, tanto en la creación como en la restauración, no creo que el hecho de tener premio o no tenerlo pueda suponer grandes diferencias. Quizás me ayude a conseguir becas o estancias, pero no demasiado para entrar en el mundo laboral”. Valora positivamente el tiempo dedicado a la universidad. “La Facultad de Bellas Artes tiene un alto nivel de creación contemporánea y de conservación y restauración. Durante mis años he vivido no sólo el desarrollo académico, sino también el desarrollo personal. He aprendido a amar el arte de una manera especial. Me ha empujado a hacer realidad esa necesidad de crear en mi día a día sin ningún destino concreto. Se trata de crearlo con cariño y mostrar lo que se ha creado, en mi caso las esculturas. El arte me ayuda a tener una vida más completa, a situarse en el mundo”.
- Maddi Dorronsoro Olamusu (3. saria. Gradu-antropologiako gizartea). Tras finalizar el Grado en Antropología Social con excelencia en la UPV/EHU y obtener el Premio Fin de Estudios de Kutxa, Maddi se trasladó a Escocia para continuar sus estudios. Realizó un Master de Investigación en Antropología Social en la Universidad de Aberdeen, que también culminó perfectamente. Posteriormente, recibió la beca 'The Leverhulme Trust' para realizar un nuevo máster de investigación en Ciencias Sociales y Políticas en la Universidad de Edimburgo. Posteriormente fue voluntario de la UE -European Solidarity Corps (ESC)- en Matera (Italia).Y el año pasado volvió al País Vasco para trabajar como investigador de la Fundación Labayru. En ella, en los últimos meses, ha elaborado un catálogo de carnavales guipuzcoanos para el Gobierno Vasco. Conseguir el tercer premio “fue una sorpresa”, ha señalado. “Es muy gratificante reconocer el trabajo que hice durante esos años. También quedará en el currículo, y eso es positivo”. Preguntado por su tiempo en la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, dice que “tiene un buen recuerdo de esos años”. Recuerda que eran pocos los alumnos en el Grado en Antropología Social, “lo que provocaba una relación cercana con el profesorado y entre nosotros. Además, me gustaría destacar que la realización de estudios universitarios en euskera fue un privilegio, a pesar de las dificultades y limitaciones que esto suponía. Durante esos años me preparé a diferentes niveles. Aprendí mucho en lo académico y eso me ha ayudado en los siguientes pasos que he dado en mi vida. Pero yo diría que el estudio de la Antropología también me marcó mucho a nivel personal, que daba por supuesto muchas cosas y que eso cambió, y que influyó en la manera de entender lo que me rodea. Realmente lo agradezco”.