La investigadora Olaia Eizagirre, de la Universidad del País Vasco, ha analizado los hábitos, motivos y obstáculos de las jóvenes guipuzcoanas para realizar actividad física durante su tiempo de ocio. Los resultados revelaron que el 23,6% de las mujeres de entre 18 y 29 años están inactivas durante su tiempo libre. Su actividad física es inferior a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud. La investigación ha identificado algunas claves para empezar a cambiar esta situación.
He tenido un día largo y estoy cansado; el clima es malo; Tengo ganas de tumbarme en el sofá; Llego tarde al trabajo y no tengo tiempo para hacer deporte… ¿Quién no ha puesto nunca una excusa así para no hacer deporte? Si estos argumentos se utilizan sólo ocasionalmente, no hay problema. Por otro lado, hoy en día el sedentarismo está arraigado en nuestra vida diaria, y se ha convertido en una de las claves de las enfermedades crónicas. Aunque se sabe que la actividad física ayuda a prevenir y controlar enfermedades, algunos estudios han demostrado que gran parte de la población no practica suficiente deporte y lleva un estilo de vida sedentario. Y aunque es una tendencia general, es más pronunciada en las mujeres. El hábito de realizar actividad física disminuye principalmente durante la adolescencia y luego continúa disminuyendo gradualmente en la juventud y la edad adulta.
Así las cosas, y con el objetivo de contribuir a reducir la inactividad física durante el tiempo libre, el grupo de investigación GIKAFIT de la UPV/EHU ha analizado los hábitos, motivos y obstáculos de las mujeres jóvenes guipuzcoanas para realizar actividad física durante su tiempo libre. Respondieron a un cuestionario 526 mujeres de entre 18 y 29 años, y el 23,6% afirmó estar inactiva en su tiempo libre. La investigadora Olaia Eizagirre explica que se basaron en las directrices de la Organización Mundial de la Salud para medir el nivel de actividad: "Consideramos activos a quienes realizan actividad física de intensidad moderada durante al menos 150 minutos a la semana. Hemos visto que una cuarta parte de las participantes no llega a esas dos horas y media semanales, y aunque algunos puedan pensar que una cuarta parte de las jóvenes son inactivas, es mucho. Por eso es importante analizar los motivos y obstáculos a la actividad física".
Por un lado, en cuanto a los motivos, las investigaciones han demostrado que las mujeres jóvenes realizan actividad física principalmente para mantenerse en forma, porque disfrutan de la actividad y porque les proporciona satisfacción personal. En cuanto a las principales motivaciones para ser activo, coinciden con las mujeres de otros grupos de edad, pero según los autores del estudio, entre las personas de 18 a 29 años hay un rasgo diferenciador a destacar: la importancia de la estética. Como explicó Eizagir, “entre los jóvenes las preocupaciones relacionadas con la imagen corporal juegan un papel importante. Aunque no esté en lo más alto de la lista de motivaciones, hemos visto que hacer actividad física en respuesta a los cánones de belleza es muy potente en este grupo de edad".
Entre los obstáculos, la falta de tiempo, el cansancio por el trabajo o los estudios y la pereza son los principales motivos citados por las mujeres jóvenes para no realizar actividad física. Además de estas, las experiencias infantiles también tienen una gran influencia. "Hemos visto que mujeres que tuvieron malas experiencias relacionadas con la educación física y el deporte en la infancia perdieron la confianza y desde entonces se dicen a sí mismas que no son buenas para la actividad física", afirma Eizagirre.