Hasta hace poco, hablar de Erasmus significaba realizar estudios universitarios en un país europeo. Ahora ya no. Desde el 1 de enero de 2014, este programa de movilidad estudiantil cambió su denominación y pasó a llamarse Erasmus+. El motivo era el aumento del presupuesto y, entre otras novedades, la ampliación de los países en los que la juventud puede vivir esta experiencia. Así, Erasmus+ puso a su alcance la posibilidad de viajar por prácticamente todo el mundo, incluyendo una de las potencias más importantes del mismo, China.
¿Cuántos y cuántas jóvenes no desean conocer este país asiático? Pues bien, ahora tienen la posibilidad de hacerlo mientras realizan sus estudios superiores, con la ventaja de las becas y ayudas que ofrece el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades para financiar estos estudios. Y es que son 112,7 millones de euros los que el Gobierno español destina para financiar proyectos de movilidad del programa Erasmus+ de Educación Superior.
¿Y por qué China?
“¿Por qué elegir China?”, se preguntarán muchos y muchas jóvenes. Pues he aquí la respuesta: China es un país inmenso en el que tradición y modernidad conviven en una mezcla continua. Debido al peso que ha adquirido en la economía mundial en los últimos años, se ha convertido en un atractivo destino de estudios elegido por cada vez más estudiantes.
Su capital es Pekín y la ciudad más poblada de este país es Shangái, con cerca de 25 millones de habitantes. El idioma oficial es el chino mandarín. La forma de gobierno es el Estado socialista unipartidista con economía de mercado. Es el país más poblado del mundo con 1395 millones de habitantes y la primera potencia mundial por PIB. Su divisa es el renminbi, pero su unidad es el yuan, y su religión, el budismo, taoísmo y confucionismo.
Quienes estén valorando solicitar estudios en China han de tener en cuenta, a favor del país, que es un territorio muy diverso, siendo la segunda economía más potente del mundo. Por otro lado, el chino es un idioma cada vez más demandado por las empresas. China es una civilización milenaria con una historia muy rica y, en general, es un país barato para estudiar y vivir, aunque puede haber muchas diferencias de una zona a otra.
Por otra parte, no olvidar que la cultura china es totalmente diferente a la europea; no todo el mundo habla inglés, así que hay que prepararse para aprender chino. Los chinos son grandes bebedores de té y su preparación es todo un ritual.