La Asociación de Mujeres Emprendedoras y Empresarias en Euskadi lleva más de 10 años promoviendo y visibilizando el emprendimiento femenino. Con Izaskun Rama, su actual presidenta, charlamos en este nuevo episodio del podcast sobre los desafíos que afrontan las mujeres a la hora de poner en marcha sus propios negocios.

El origen de la asociación

Corría el año 2013 cuando en una cafetería, cinco emprendedoras decididas a cambiar las cosas dieron vida a EmakumeEkin. Este nombre, un juego de palabras en euskera que significa «con las mujeres» y también una unión de "mujer" y "emprender", refleja perfectamente el propósito de la asociación: apoyar, ayudar y dar visibilidad a las mujeres en sus emprendimientos.

Y es que, en esas charlas cafeteras, las fundadoras de la asociación se dieron cuenta de que muchas de las limitaciones que impedían avanzar a sus proyectos tenían su origen en las desigualdades de género. Esto es lo que les llevó a unirse para abordar estos desafíos compartidos y desarrollar herramientas con las que superar los obstáculos comunes.

Once años después, EmakumeEkin ha dado ya soporte a más de 6.000 mujeres y se ha convertido en una organización de referencia donde las emprendedoras de Euskadi comparten experiencias, aprenden unas de otras y generan mecanismos útiles para afrontar los desafíos de emprender siendo mujer.

Minimizar los logros y ‘autorregatearse’

Entre las barreras a superar, se encuentra la tendencia al “txikipequeñismo”, por la cual las mujeres minimizan sus propios logros, refiriéndose a ellos en diminutivo con términos como «proyectitos» o «empresitas». Para EmakumeEkin, resulta fundamental que las mujeres aprendan a cambiar esta forma de comunicarse y hablen abiertamente y con orgullo de lo que hacen. "Es importante hablar de las cosas como son: tengo una empresa, tengo un proyecto, tengo un equipo. Así las ponemos en valor", nos explica Izaskun.

Otro de los desafíos a afrontar es el “autorregateo”, que es una práctica bastante extendida entre las mujeres emprendedoras que consiste en reducir el precio de sus servicios y propuestas, incluso antes de presentarlas a la potencial clientela, por miedo a resultar demasiado caras. EmakumeEkin trabaja intensamente para cambiar esta mentalidad, promoviendo entre sus socias la necesidad de poner unos precios justos a su actividad. “Precio justo, no de ‘justito’ sino de justicia”, recalca la presidenta de la asociación. Para ello, ofrecen programas como «Vender sin sufrir», que aborda la tarea comercial desde una perspectiva feminista y utilizando métodos innovadores.

Además, Izaskun ha dejado este gran consejo en nuestro podcast a todas las mujeres emprendedoras: "Si un día estás haciendo una propuesta y te entran ganas de bajar el precio, súbelo un 20% y envíalo".