Deusto inauguró oficialmente el nuevo curso escolar (I)

El pasado 21 de septiembre, Deusto dio el inicio oficial del curso 2022-2023. La universidad cuenta con 2.467 nuevos alumnos matriculados en el primer año, un récord, un 20,5% más que el año pasado, cuando se matricularon 2.047 nuevos alumnos; y un 39,3% más que hace tres años, ya que 1.771 nuevos alumnos iniciaron sus estudios en el primer año. Los estudiantes internacionales deben agregarse a estos números. Han superado las cifras de antes de la pandemia (más de 600), y este año llegarán al millar de jóvenes (dato no visto hasta ahora).

Este aumento de nuevos alumnos es la primera respuesta al gran esfuerzo realizado por la Universidad en los últimos años para cubrir las necesidades de formación del talento del país. Estas tareas incluyen, entre otras, la creación de nuevos grados, títulos o la renovación de Facultades, en un intento de responder de la forma más adecuada a los grandes retos de la sociedad. Con estas apuestas, Deustu se ha consolidado como una institución abierta a la innovación.

Finalización de GJH

El acto de apertura del curso escolar tuvo lugar en Paraninfo, tras una eucaristía presidida por el obispo Joseba Segura de la diócesis de Bilbao. La secretaria general Stella Solernou abrió el acto con la lectura de la memoria académica del curso 2021-2022. Posteriormente, Felipe Gómez Isa, profesor de la Facultad de Derecho, pronunció el discurso inaugural titulado "Objetivos para el Desarrollo Sostenible: hacia un nuevo contrato social dentro y entre generaciones".

En la clase magistral, el profesor Gómez Isa recordó que los 17 objetivos estratégicos para el Desarrollo Sostenible proclamados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015 forman parte de la Agenda 2030, que fueron adoptadas en el año 2000 para seguir avanzando en los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Estos GJH pretenden ser una hoja de ruta para que la comunidad internacional logre un equilibrio entre el crecimiento económico, la justicia social y la protección del medio ambiente, en un mundo donde la pobreza, la desigualdad y la degradación ecológica siguen siendo una realidad cotidiana para millones de personas. Sin embargo, la pandemia de Covid-19, los efectos devastadores del cambio climático y la reciente guerra en Ucrania plantean un obstáculo importante para lograr los GJH.

En ese sentido, dice que el cumplimiento del GJH dependerá de las acciones que puedan tomar actores como el gobierno, empresas, universidades u organizaciones de la sociedad civil. Y, en ese sentido, cree que es urgente redactar un nuevo contrato social basado en la justicia social global y la equidad intergeneracional.