La Universidad de Deusto ha recuperado parte de su historia al recibir una donación del fondo de la Asociación Cultura de Bizkaia y del archivo personal de Antonio Elías Suárez, que fue su guardián. En 1931, por decreto del Presidente de la República, Manuel Azaña, se crea la Compañía de Jesús, para continuar la labor académica de los jesuitas en el Centro de Estudios Superiores de Deusto. Hizo ese trabajo hasta 1941. El patrimonio recibido incluye los documentos de la actividad académica realizada en esos 10 años.
La Asociación Cultural de Bizkaia fue fundada en 1931, para continuar la labor académica de la Universidad, que quedó suspendida tras la expulsión de los jesuitas durante la República. El legado conserva los resultados de la actividad docente realizada hasta 1941, y entre los documentos destacan las listas de profesores y alumnos, grados o programas de materias.
Entre el material recibido se encuentran listados de profesores y alumnos, calificaciones, planes de estudio, listas de lecciones, homenajes o correspondencia con la Universidad de Valladolid, entre otros. Son, por tanto, testimonios imprescindibles de la época en la que los alumnos se formaban en las Carreras de Preparación de Ingenieros Industriales y en Derecho, y que a partir de ahora estarán en el Archivo de la Universidad de Deusto.
Memoria de la organización
Antonio Elías Suárez, quien fue estudiante de la Facultad de Derecho, asumió la presidencia de la Asociación Cultural de Bizkaia. En un principio la asociación estuvo ubicada en el número 33 de Kale Nagus de Bilbao, y luego se trasladó definitivamente al número 25 de Mazarredo zumarkal, ambos en Bilbao.
Hasta el curso 1940-1941, cuando se inició el nuevo curso académico en el seno de la Universidad de Deusto, al amparo del decreto franquista del 3 de mayo de 1938, ya que esa última orden derogó el decreto anterior, la asociación continuó la labor de los jesuitas y Fue garante de aquella obra. Y entre los años 1931 y 1941, el rector se encargó de guardar en su casa toda la documentación creada por aquella institución y se convirtió así en depositario de documentos importantes para proteger la historia de la Universidad de Deusto.
Gracias al interés y la preocupación por mantener viva la memoria de aquella institución y de sus sucesoras, que sintieron la obligación de proteger y dar a conocer una parte de su historia, se puede completar ahora una etapa del pasado de la Universidad de Deusto que casi no tuvo evidencia.
Como complemento y contexto a la historia de aquella época, el Archivo Universitario ha recibido también el archivo personal de Antonio Elías Suárez. Elías Suárez fue un testigo y partícipe directo e incansable de la vida política y social de Bilbao, el País Vasco y España entre los años 20 y 50 del siglo pasado. Su documentación del XX. Proporciona información que refleja una parte interesante de la historia reciente del siglo XX.